A pocos días de Navidad y en plena competencia con la mercadería importada, los productos nacionales destacan en las calles y mercados de la ciudad por los bajos precios, variedad y en muchos casos buena calidad, pero deben dar dura batalla a la crisis económica. Los rubros más importantes, textiles, alimentos, marroquinería y artesanías, se han encontrado este año con un ambiente austero y, por lo tanto, baja demanda.
En el sector de alimentos, los panteones hechos en el país inundan los centros de abasto.
Las industrias nacionales presentan una variedad de panetones y roscas a un precio más accesible que el importado de Argentina, Perú y Chile. Hay panetones desde los 12 bolivianos y los especiales, incluida la presentación de caja, están entre 20 y 22.
Los vendedores explicaron que la venta de este producto típico de la fecha ha disminuido; el stock, en estos días, ya estaba agotado el año pasado y ahora no llegan ni a la cuarta parte de la cantidad en ventas.
El sector de confecciones es otro de los que destaca con la marca nacional. En varios puestos del mercado La Paz y otras zonas de la Cancha los comerciantes ofertan prendas de vestir.
Debido a la baja demanda, las vendedoras optan por el sistema de ofertas. "Bajar los costos ayuda a tener venta, de lo contrario no se vendería nada", indicó Carmen, comerciante.
En ese pasaje 25 e Mayo, las blusas con varios adornos y otros complementos oscilan entre 80 y 120 bolivianos. Las más sencillas están ubicadas en cajas de cartón en precios entre 30 y 50 bolivianos. En general, los comerciantes de este rubro se quejan porque sus productos salen poco.
Las manufacturas de cuero también presentan este año una oferta variada, pero también tropiezan por la crisis. En la feria del Cuero y del Calzado, que cada año se realiza en el coliseo del colegio Saint Germain, ha recibido hasta el fin de semana pasado pocos visitantes.
Poca venta
La oferta es amplia, pero varios comerciantes se quejan de la escasa venta de sus productos y coinciden en afirmar que la crisis económica ha influido este año en el ánimo de las personas para la compra de regalos.
"La gente viene, pregunta, pero no lleva nada, hemos tratado de equilibrar precios, incluso estamos vendiendo lo más barato posible, pero compran muy poco", comentó Teresa Delgado, una artesana que comercializa ponchos, adornos, artesanías e instrumentos musicales con motivos autóctonos.
"Lo que pasa es que nadie tiene plata, ahora lo que más hace la gente es comprar lo esencial, a lo que pueda su bolsillo, hay un desanimo en general sobre todo en nuestro sector. Este año casi no hay pedidos para vestidos y trajes de fin de año como antes.
Ahora más la gente se dedica a buscar vestidos y ropa en San Carlos", dijo Lorenzo Patacora, un sastre del sector confecciones del mercado San Antonio.
El movimiento económico es importante a fin de año
El movimiento económico que generan especialmente las micro y pequeñas empresas en Cochabamba es importante. Sólo los talleres del sector informal, en las fiestas de fin de año, logran unos 395,8 millones de bolivianos, según estimaciones de la Cámara de Comercio de Cochabamba.
Los emprendimientos económicos absorben a cientos de miles de personas que gracias al trabajo de las fiestas de diciembre pueden llevar a sus casas ingresos extras y así permitirse celebrar.
La Cámara de Industria de Cochabamba señala que el movimiento también se nota en el los empleos que son creados sólo por esta época. Para cubrir la demanda, muchas compañías deben habilitar más turnos y hacer contrataciones en diferentes sectores desde la producción hasta la comercialización.
Especialmente a fin de año, las empresas nacionales como las casas importadoras contratan a muchos empleados para promocionar sus productos al interior de los comercios y en las calles.
Los empleos indirectos que proporcionan las industrias también son importantes en este mes.
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