
Unos 7,5 millones de dólares son requeridos por los pequeños industriales locales de la madera para hacer realidad su sueño de contar con un mini Zona Industrial de la Madera en la ciudad de Cochabamba a ser construido obre una superficie de 100 mil metros cuadrados, según el proyecto a diseño final que será presentado al municipio de Cercado y al ministerio de Producción y Microempresa con el fin de conseguir financiamiento. El proyecto fue concebido hace dos años por la Asociación de Pequeños Empresarios en Madera (Aspem), por la necesidad de detener la exportación de mano de obra calificada, generar unas 1.500 nuevas fuentes de trabajo directo, aglutinar y formalizar a centenares de mueblistas dispersos, fomentar el desarrollo industrial y modernizar la producción actual con márgenes de exportación, informaron los dirigentes, Ángel Pacheco y Pablo Fuentes. El proyecto fue diseñado para acoger entre 40 y 45 emprendimientos económicos, considerando que los grandes transformadores de la madera (exportadores) fueron acogidos en el Parque Industrial de Santiváñez y que los pequeños y micro empresarios, así como artesanos del mueble, no cuentan con una zona industrial, a pesar de ocupar un 30 por ciento de la masa laboral del departamento. Las empresas asentadas en la proyectada Zona Industrial de la Madera tendrán un espacio mínimo de 2 mil metros cuadrados para levantar sus talleres y oficinas, desarrollar sus actividades productivas e implementar un maquicentro, con todos los servicios básicos (agua potable y alcantarillado, energía eléctrica, telefonía y gas industrial. En el marco de la responsabilidad social empresarial, la mini Zona Industrial tendrá áreas verdes, espacios de recreación, infraestructura deportiva, guardería y un centro de capacitación en artesanía, para los hijos y esposas de los trabajadores. “Estamos proyectando que las esposas de los trabajadores participen en la producción de artesanías en madera y el acabado de muebles”, dijo Ángel Pacheco. Potencial Pablo Fuentes justificó el proyecto señalando que el departamento de Cochabamba posee más de 3,7 millones de hectáreas de bosques naturales, con una enorme variedad de especies maderables, disponibles para la industria del mueble, que “están esperando a los transformadores de la madera”. “En los últimos cinco años, sin utilizar ni el 20 por ciento del potencial maderable de nuestros bosques naturales, las empresas exportadoras de Cochabamba lograron vender en el extranjero productos terminados de madera, con alto valor agregado, por un valor de 38,6 millones de dólares, cuando existen posibilidades de duplicar y hasta triplicar ese valor en el próximo quinquenio con la producción de la mini Zona Industrial”, agregó. En procura de lograr apoyo técnico y financiero a la concreción del proyecto, los dirigentes de Aspem y Cadepia iniciaron gestiones ante la Alcaldía de Cercado, la Prefectura, el ministerio de Desarrollo Económico y Microempresa, algunas organizaciones no gubernamentales, “con relativo éxito”, debido a la millonaria inversión que representa y la magnitud del espacio físico que demandará la obra. Prevén tecnología de punta en maquicentro En los 5 mil metros cuadrados de superficie que ocupará el maquicentro del mini Parque Industrial, será instalado equipo de última tecnología como un horno de secado, con capacidad de 30 mil pies cúbicos; maquinaria para el afilado de herramientas; barraca para disponer de materia prima y tratada, aglomerados, venesta y ferretería apropiada para la industria de muebles, destinada a acortar tiempos y abaratar costos, de todas las empresas asentadas. “Se trata de un espacio común, un taller grande montado para todos con maquinaria y equipos de última generación, a los que tendrán acceso todas las empresas asentadas en la zona industrial, considerando que una mayoría de las empresas no cuentan con tecnología apropiada para mejorar su producción”, explicó el dirigente Pablo Fuentes. “La idea es crear una nueva empresa de servicios tecnológicos al interior de la zona industrial, con administración propia, donde todos son socios”, agregó Ángel Pacheco. CRECEN LAS EXPORTACIONES La calidad de los productos, especialmente de muebles, y los precios competitivos a nivel internacional, permitieron consolidar los mercados de Estados Unidos, Chile, Perú, México, Italia y Alemania para las manufacturas en madera de Cochabamba, que en la gestión 2007 alcanzaron un valor de 10,2 millones de dólares, es decir 700 mil dólares más que en 2006, según estadísticas de la Cámara de Exportadores de Cochabamba (Cadexco). En criterio del presidente de Cadexco, Goran Vranicic, sin conflictos sociales que interfieran los corredores de exportación y una serie de incentivos a los pequeños y microempresarios, las exportaciones, podrían superar este año los 11 millones de dólares, porque todas las condiciones de producción están dadas. “El crecimiento de las exportaciones se traducirá en la creación de nuevas fuentes de empleo, mayor movimiento económico en la cadena productiva del rubro y consumo de mayores volúmenes de materia prima”, indicó. 20 MIL CARPINTEROS TRANSFORMAN 3,5 MILLONES DE PIES TABLARES Talleres del mueble dispersos En el eje metropolitano Quillacollo-Cochabamba-Sacaba-valle alto, prestan servicios en forma dispersa e intermitente, unos 2 mil talleres de carpintería (entre medianos, pequeños, micros y artesanales), que producen muebles de oficina, dormitorio, living, comedor y productos de construcción como puertas, ventanas, marcos, tablilla de pisos, frisos para parques, molduras, umbrales y contramarcos, que son vendidos en los mercados nacional y extranjero. De es total, alrededor de 60 empresas afiliadas en Cadepia están activas, más de 12 son exportadoras, otras 600 trabajan en forma intermitente y el resto son clandestinas e informales, entre micros, familiares y artesanales, según estimaciones de Aspem. Todos los meses, aproximadamente 20 mil obreros de mano de obra calificada transforman 3,5 millones de pies tablares (pie cuadrado por una pulgada de espesor) de especies maderables, que en un 90 por ciento proviene de bosques naturales del norte de La Paz, Beni, Pando, Santa Cruz y apenas un 10 por ciento de los bosques ubicados en el trópico de Cochabamba. Entre las especies más utilizadas en la mueblería están: mara, roble, cedro, maramacho y pino. Entre las especies alternativas más requeridas actualmente por el mercado externo figuran el yesquero, tajibo, sangre de toro, toco, ochoó, almendrillo, tejeyeque y tarara, entre otros, que son extraídos de bosques tropicales. Los industriales del mueble trabajan también innovando con diseños, de acuerdo a la demanda de los mercados nacional y extranjero. ANÁLISIS “Es una alternativa para mejorar la competitividad” Daniel Santiesteban Gerente general de Cadepia La realidad productiva de Bolivia nos muestra que la mayor cantidad de empresas se encuentra en el sector de la micro pequeña y mediana (Mipyme) industria manufacturera. En nuestro medio, no contamos con una cantidad de industrias grande, siendo las Mipymes manufactureras las que generan mayor empleo, pero también es notorio, el hecho de que su competitividad es muy baja. Una alternativa para mejorar la competitividad de estas empresas es la asociatividad y el trabajo coordinado. Esta metodología de trabajo se la puede realizar en un espacio físico que congregue a la mayor cantidad posible de los actores de la cadena productiva involucrada. La creación de mini zonas industriales se convierte en una opción aplicable en nuestro medio. Las mini zonas industriales se constituyen en un espacio físico en el cual las micro, pequeñas y medianas industrias manufactureras pueden asentarse y desarrollar sus actividades y no sólo producir en conjunto, sino también de manera individual, pero teniendo procesos productivos especializados en conjunto o con acceso a ciertos servicios especializados, que al adquirirlos juntos abaratan los costos de producción. Tal es el caso del secado de la madera en el rubro de carpinterías. Este espacio debe brindar a las pequeñas industrias del sector manufacturero, la posibilidad de desarrollarse, incrementar y estabilizar su empleo, mejorar su capacidad de producción y cumplir con las normas legales. Es por eso que debe poseer la infraestructura adecuada para la realización de las actividades de acuerdo al objetivo con el que fue creada la mini zona. Los municipios son las instituciones que debieran facilitar estos espacios de acuerdo a su potencial productivo, porque aumentan el bienestar social y mejoran la situación del empleo por medio de inversiones en la infraestructura productiva. Además que generan un espacio en el cual problemas ambientales, como el ruido o el manejo de desechos (sólidos, líquidos o gaseosos), se mitigan o controlan de una manera mas adecuada. Otros beneficios adicionales son: incrementan el aporte del sector manufacturero al PIB y mejoran el nivel de vida en las OTBs.
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